actual 137
actual 137
Dos de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) más importantes tienen su sede en Europa, desde donde financian proyectos en todo el mundo. En el sector del transporte, la financiación desempeña un papel fundamental para las inversiones a largo plazo, por lo que las IFIs son un socio muy importante en este tipo de proyectos.
Michael Zimmermann
Director de Proyectos de go-international, Netzwerk Projekte International (NPI), AUSSENWIRTSCHAFT AUSTRIA
El Banco Europeo de Inversiones (BEI), con sede en Luxemburgo, es el "banco habitual" de la UE y su titularidad corresponde a los Estados miembros. La mayoría de los proyectos que financia se realizan en la UE, pero también lleva a cabo proyectos en el resto del mundo. Por medio de su red mundial de oficinas locales mantiene un estrecho contacto con sus prestatarios y también acompaña proyectos. Los proyectos fuera de Europa están sujetos al mandato de desarrollo del Banco y ya representan más del 15% de su volumen total anual de 82.800 millones de euros (2020), con tendencia a continuar aumentando.
El producto principal del BEI es la financiación a largo plazo, que se desembolsa directamente a los gestores de los proyectos o, en el caso de los proyectos de menor envergadura, indirectamente a través de bancos comerciales. Además de la financiación, las garantías y las inversiones de capital, el BEI también proporciona asesoramiento a fin de garantizar que los proyectos cumplan sus exigentes estándares.
El BEI pone el foco en los ámbitos del clima, las infraestructuras, la innovación y el desarrollo. Con su nueva identidad como "Banco Climático", el BEI marca el rumbo hacia una movilidad post-combustibles fósiles, para contribuir con sus proyectos a configurar el futuro del transporte, ya que, al fin y al cabo, es el sector de más peso del Banco.
Con respecto a la infraestructura ferroviaria, el amplio espectro aborda tanto proyectos para los ferrocarriles clásicos como para los sistemas de movilidad urbana (metro, tranvía), además de la construcción y modernización de líneas y la adquisición y reparación de material rodante. En este contexto cabe destacar, asimismo, las Redes Transeuropeas de Transporte (RTE-T), a las que el BEI aporta a menudo una financiación crucial.
A través de su participación en los proyectos, el BEI también busca reducir su potencial impacto negativo sobre el medio ambiente. Es de suma importancia que los clientes en busca de financiación conozcan en detalle esta política del banco. Solo así podrán lograr que su proyecto sea financiable tanto desde el punto de vista financiero como medioambiental y social.
En el marco de un proyecto con los ferrocarriles estatales turcos Türkiye Cumhuriyeti Devlet Demiryolları (TCDD) financiado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), Plasser & Theurer suministró en 2012 un total de 17 máquinas de construcción de vía a Turquía. Con un volumen total de 850 millones de euros, el BEI prestó un apoyo sustancial a Turquía para el desarrollo de las infraestructuras de transporte necesarias para el país.
En concreto, se convirtió a alta velocidad el corredor Estambul-Ankara, que es la ruta más transitada de Turquía y que conecta las dos principales metrópolis del país. La construcción y el mantenimiento de tramos de vía tan complejos y sensibles exigen la mayor calidad posible, la máxima precisión y las tecnologías más avanzadas, unas características que reúnen todas las máquinas de Plasser & Theurer.
Aunque el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) siga conservando la denominación de "europeo", hace tiempo que amplió su radio de acción más allá de las fronteras de Europa. Con sede en Londres, está perfectamente conectado con los mercados financieros internacionales y dispone, al igual que otras IFIs, de una calificación AAA, lo que le permite ofrecer financiación para proyectos en condiciones ventajosas.
Fundado tras la caída del Telón de Acero, el BERD tiene como mandato la transición a una economía abierta y orientada al mercado y a la iniciativa privada. Con ello persigue un objetivo que no ha perdido vigencia, ya que un sector privado que funcione continúa siendo crucial para el desarrollo económico. El Banco también atesora un extenso know how para la preparación y la estructuración de proyectos APP (Asociaciones Público-Privadas), que son implementados conjuntamente por el sector privado y los actores estatales.
El BERD cuenta con una fuerte presencia en todos sus países objetivo y, gracias a sus oficinas locales, también tiene la capacidad de apoyar el desarrollo de proyectos y el diálogo sobre reformas. Porque, además de su producto principal, las financiaciones, el BERD también pone el foco en la modernización de sectores económicos enteros.
En el sector del transporte, el BERD tiene 175 proyectos en marcha, para los que ha aportado más de 8.000 millones de euros en financiación. Cada año se añaden nuevos proyectos por valor de unos 1.000 millones de euros. Más del 50 % de la cartera actual se concentra en las regiones de Europa Sudoriental, Europa del Este y el Cáucaso.
En su estrategia, el BERD se centra en el aumento de la participación del sector privado a fin de promover la competencia y la innovación. Aunque también la aplicación de nuevas tecnologías, la mejora de la eficiencia y la reducción de la huella de CO2 son objetivos declarados del banco.
Los proyectos ferroviarios del BERD abarcan todo el espectro, desde la vía, la señalización y las estaciones hasta el material rodante, y son un aspecto fundamental de la estrategia de transporte del BERD.
En 2013, el ferrocarril estatal croata Hrvatske Željeznice Infrastruktura d.o.o. (HZI) recibió un crédito del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) con un volumen total de 40 millones de euros para el mantenimiento de su red. Parte de estos recursos se destinaron a la compra de tres máquinas de construcción de vía (dos fresadoras de nieve y una dresina) de Plasser & Theurer, que se utilizan en la red ferroviaria croata desde su entrega en 2017.
