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El sistema RailRestore para la limpieza de carriles en acción en La Haya

RailRestore – Tratamiento de carriles con agua

Continua gotera, horada la piedra – un proverbio que ya conocían los romanos y que hoy se utiliza en sentido figurado (la perseverancia lleva a la meta). Si se toma de forma literal, describe la fuerza que esconde el agua.

Para acelerar los efectos de la "continua gotera", es necesario que la presión del agua sea lo suficientemente alta, como es el caso, por ejemplo, en el corte por chorro de agua. Esta tecnología de corte utiliza un fino chorro de agua (de un grosor de décimas de milímetro) a alta presión (hasta 5.000 bar) y alta velocidad (velocidad de salida de la tobera de hasta 1.000 m/s) para cortar diferentes materiales (entre otros, acero de hasta 50 mm de grosor).

RailRestore – los inicios

Inspirados por este fenómeno, hace doce años un grupo de técnicos neerlandeses se dispuso a explorar la idea de tratar los carriles ferroviarios con tecnología de chorro de agua. Tras exhaustivas investigaciones, pudieron identificar dos escenarios de aplicación: la limpieza de la superficie de los carriles y el reperfilado de carriles. Estos planteamientos fueron desarrollados y refinados a lo largo de los años, llegándose a formalizar una asociación de investigación con una empresa del sector de la tecnología de corte por chorro de agua. Finalmente, en 2016 se fundó la empresa RailRestore en Bavel (Países Bajos), que desde 2021 forma parte de Digital Railway Solutions AG (DRS), una empresa del Grupo Plasser.

Limpieza de carriles

Una superficie de carril contaminada puede tener consecuencias directas sobre la seguridad de la explotación. En función del sistema ferroviario, para la regulación de la circulación se utilizan diferentes dispositivos de señalización de vía libre, que detectan la presencia de un vehículo ferroviario en un cantón cortocircuitando el circuito de vía. Si la superficie del carril está sucia (óxido, follaje, grasa, etc.), los ejes de un vehículo no pueden provocar dicho cortocircuito y el vehículo no se detecta. Otra función que cumple una superficie de carril limpia es hacer posible la tracción. Dicho de forma sencilla, se necesitan valores de fricción entre la rueda y el carril lo suficientemente elevados para que un tren pueda acelerar y frenar con seguridad. Especialmente en otoño, el follaje puede formar una capa dura con valores de fricción extremadamente bajos que se adhiere fuertemente al carril. Pero también la aplicación excesiva de grasa en las pestañas de las ruedas y en las caras activas de los carriles puede provocar unos valores de fricción demasiado bajos.

En el ámbito de los tranvías ya existen soluciones basadas en la limpieza a alta presión. El sistema RailRestore se diferencia de ellas por una presión de agua significativamente mayor y la adición de material abrasivo (arena, corindón, etc.) De esta forma, con menos agua se consiguen mejores resultados de limpieza que con cualquier otro sistema disponible en el mercado. En los ferrocarriles convencionales, el mayor reto es la retirada estacional de follaje. También aquí existen diferentes opciones, en las que, además de la limpieza a alta presión, se recurre a sistemas láser o pellets de hielo seco. Otros métodos para desprender la capa de follaje están basados en instalaciones fijas o montadas sobre vehículos. Ninguno de estos sistemas ha supuesto una solución fiable al problema.

En 2019, RailRestore probó con éxito un primer prototipo de un innovador sistema de limpieza para tranvías en las instalaciones de un cliente de los Países Bajos. La experiencia adquirida allí permitió continuar desarrollando el sistema y llevar a cabo nuevos ensayos en 2021. El primer sistema de uso comercial está siendo utilizado por HTM en La Haya desde finales de 2023. También en el año 2024 se están realizando turnos reales que servirán para perfeccionar el sistema. A esto le seguirán presentaciones y demostraciones en otras empresas de transporte urbano. En función de la demanda, hacia finales de 2024/principios de 2025 está previsto lanzar un segundo sistema modular, que servirá tanto para su utilización sobre un vehículo bivial (tranvía) como para su instalación sobre un vehículo ferroviario "puro" (ferrocarril convencional).

Tratamiento de carriles

La cuestión del tratamiento de carriles es bastante más compleja que la de su limpieza. En este ámbito ya existen tecnologías consolidadas, como el esmerilado o el fresado de carriles. Las ventajas de la tecnología de chorro de agua residen en el tratamiento "en frío" (el material no se calienta) y en que el proceso apenas produce desgaste (no hay una "herramienta" en contacto directo con la pieza a tratar). A esto se añade, que se trata de un procedimiento que no genera polvo ni chispas (no hay peligro de incendio).

Sobre la base de una instalación de ensayos estacionaria en RailRestore en Bavel, en 2017 se realizó con éxito el primer estudio de viabilidad en la vía con un prototipo de remolque. Las conclusiones de esta prueba piloto llevaron a mejoras en la tecnología y a nuevas pruebas en la instalación estacionaria en Bavel. Actualmente, en el Centro Tecnológico de Plasser & Theurer en Purkersdorf se está montando una instalación de ensayos nueva y mejorada, que entrará en servicio en la segunda mitad de 2024. Se utilizará para comprobar bajo condiciones conocidas la repetibilidad, así como la influencia de los diferentes parámetros sobre el resultado final. Esta exhaustiva investigación básica servirá para el ulterior desarrollo del producto y la optimización del sistema.

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