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La presencia de objetos extraños en la banqueta de balasto y la plataforma, como por ejemplo restos de munición, puede obstaculizar o ralentizar significativamente los trabajos de mantenimiento de vía. Ni los detectores de metales, ni los magnetómetros ni los sistemas de georradar convencionales son capaces de detectar con fiabilidad los objetos enterrados en las capas de asiento de la vía. Nuestra tecnología de georradar multicanal cuenta con una mayor densidad de escaneado y hace posible un análisis tomográfico de la plataforma ferroviaria, mejorando considerablemente la localización.
En aras de evitar costosos retrasos en obras de bateo de vía o de desguarnecido de balasto, es conveniente conocer la existencia de objetos extraños enterrados antes de comenzar a trabajar. Especialmente en el caso de la munición sin explotar (en inglés UXO, Unexploded Ordnance), cabe esperar prolongadas interrupciones de trabajo y situaciones de peligro para las personas.
El georradar o GPR (Ground Penetrating Radar) sirve para el registro continuo del estado de las líneas de ferrocarril. Hasta ahora, solo era posible escanear tres perfiles de la plataforma: en el eje de la vía, así como a la izquierda y a la derecha de la misma. Nuestro nuevo sistema de radar multiantena es capaz de registrar hasta 30 perfiles simultáneamente y proporciona una representación tomográfica de la sección transversal de las capas de asiento ferroviarias. A esto se añade una resolución lateral muy aumentada (por el factor 10), que abre nuevas posibilidades en la interpretación de los datos. Esta tecnología permite localizar y cartografiar mucho mejor objetos tales como munición de guerra, rocas o restos de hormigón, cables y canalizaciones.
Con el fin de poner a prueba el rendimiento de la tecnología de radar multicanal, realizamos ensayos con objetos extraños de diferentes tipos. Las primeras pruebas, en las que se trataba de detectar objetos relativamente pequeños, como recipientes metálicos enterrados a poca profundidad en el lecho de balasto, culminaron con éxito. Para las mediciones siguientes se enterró una bomba aérea desactivada bajo una vía de pruebas.
Nuestra tecnología permite cartografiar de forma segura los objetos de gran tamaño que se encuentran en la vía, independientemente de que se trate de artefactos sin explotar o de fragmentos de hormigón. Los datos de las mediciones se visualizan mediante la segmentación o el etiquetado - el marcado con colores - de las anomalías. Así, hasta un lego puede reconocer la presencia de un objeto extraño en la zona resaltada.
