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Ampliación a nivel continental de los Corredores Europeos hasta 2050

Las redes transeuropeas de transporte crean conexiones

En ningún otro lugar del mundo la red ferroviaria internacional es tan densa como en Europa. Y, una vez ampliada, modernizada y más interconectada, será aún más densa y atractiva. Paso a paso se está creando una red transeuropea con vistas al año 2050. En dos grandes etapas, la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) permitirá, en el caso de las mercancías, eliminar las trabas al transporte, hará posibles conexiones directas en trayectos de larga distancia y mejorará la conexión con los puertos; en el ámbito del transporte de pasajeros, posibilitará atractivas conexiones de alta velocidad y de trenes nocturnos entre las metrópolis de prácticamente toda Europa. Se trata de un proyecto sin precedentes en la historia a nivel mundial. RTE-T comprende la planificación a escala europea de redes de ferrocarriles, carreteras, vías navegables y transporte aéreo, dedicándose la mayor parte de la financiación al transporte ferroviario. Algunos de sus componentes ya se encuentran operativos, mientras que otros están en construcción o en planificación.

Ampliación en dos grandes etapas

RTE-Transporte es el mayor de los proyectos de infraestructuras y redes, junto con los de energía (RTE-E) y telecomunicaciones (RTE-Telecom). Su objetivo es la planificación supranacional, coordinada y multimodal de todos los modos de transporte a efectos de crear una red paneuropea mediante la eliminación de los cuellos de botella existentes, poniendo un especial énfasis en los aspectos medioambientales. Las deliberaciones comenzaron en 1990, el marco jurídico estuvo listo en 1996 (1692/96/CE) y, desde entonces, se ha ampliado varias veces. Su ejecución progresiva se centra actualmente en los nueve llamados Corredores de la red básica. Para su planificación y ejecución, en 2014 se nombró un coordinador europeo para cada corredor, que aúna los intereses de todas las partes, desde los Estados miembros de la UE hasta las empresas ferroviarias.

En la primera fase hasta 2030, con estos nueve corredores se prevé crear una red ferroviaria básica de alto nivel: 50.762 kilómetros de rutas para el tráfico de mercancías y de alta velocidad constituirán la espina dorsal de los flujos esenciales de transporte intraeuropeo que cruzan al menos dos fronteras, las "arterias vitales" de Europa. La conexión con las regiones seguirá en la segunda etapa hasta 2050. La red de transporte comprenderá entonces 138.072 kilómetros de líneas de ferrocarril, casi otros tantos de carreteras, 23.506 kilómetros de vías navegables y 260 aeropuertos (datos de 2020). Los Estados miembros tienen la obligación de aportar la financiación. Entre 2014 y 2020, la UE apoyó estos proyectos con 23.300 millones de euros, y para el período 2021 a 2027 fueron destinados 25.800 millones de euros.

Nodo de transportes Austria

Cuatro corredores de la red básica, tres de los cuales confluyen en Viena, atraviesan Austria: el corredor Escandinavia-Mediterráneo, desde el valle del Inn hasta el paso del Brennero; el corredor Báltico-Adriático, desde Brno/Viena hacia el sur; el corredor de Dresde a Atenas, que se bifurca en Viena; y el corredor Rin-Danubio, desde Salzburgo, siguiendo inicialmente la línea occidental “Westbahn” y yendo después dirección Hungría. Hay varias obras ferroviarias importantes en ejecución – como el túnel de base del Brennero, el túnel de Semmering y el túnel de Koralm – o a punto de ser terminadas, como la modernización de la línea Westbahn, la estación central de Viena y el trazado del valle del Inn. En el transporte de mercancías habría que sumar el Corredor 10 Alpes-Balcanes Occidentales entre Múnich, Belgrado y Turquía, que fue diseñado más tarde y para el que existe una "Carta de intenciones".

Vía con tres carriles en el Corredor Mediterráneo

Para España y sus vecinos, el eje oeste-este más importante al sur de los Alpes, el "Corredor Mediterráneo", resulta trascendental. Su trazado se extiende desde el extremo sur de España hasta más allá de Budapest, pasando por Francia, Italia, Eslovenia y Croacia. Este corredor también incluye líneas a Madrid/Zaragoza, Marsella/Génova y ramales a Toulouse, La Spezia, Ravena, Koper y Rijeka, así como la continuación hacia Ucrania. Un reto particular en España es el ancho de vía, por lo que en algunos tramos es preciso tender vías de ancho mixto con tres carriles (1668 y 1435 mm). La intermodalidad queda garantizada por los enlaces con varios puertos y otras terminales de transbordo, incluidos aeropuertos, así como con canales y carreteras. En total, las rutas de transporte del Corredor 3 suman unos 6.000 kilómetros, 3.000 de los cuales son líneas férreas. Algunas vías únicas se desdoblarán a doble vía. A las líneas de alta velocidad nacionales Madrid-Barcelona y Lyon-Marsella se unirá la transfronteriza Lyon-Turín, siendo el túnel base del Mont Cenis, de 57 kilómetros de longitud, el corazón del proyecto Euralpin. El último contrato de construcción se adjudicó en julio de 2021, y no por casualidad en pleno Año Europeo del Ferrocarril.

Los corredores de la red básica

La espina dorsal de las principales rutas de transporte europeas será una red ferroviaria para el transporte de pasajeros y mercancías que se terminará en 2030. Los requisitos mínimos para el tráfico de mercancías son una velocidad de 100 km/h, 22,5 t de carga por eje, una longitud de tren de 740 m, y para las nuevas líneas de alta velocidad de pasajeros 250 km/h (en líneas modernizadas 200 km/h), todo ello con un ancho estándar de 1.435 mm y líneas electrificadas. Como futuras "arterias vitales" se han identificado diez corredores de la red básica, que en algunos tramos también pueden incluir rutas paralelas, ramales, así como varios puntos de origen y destino incluso bastante distantes dentro del corredor:

  1. Corredor Báltico–Adriático
  2. Corredor Mar del Norte–Báltico
  3. Corredor Mediterráneo
  4. Oriente–Mediterráneo oriental
  5. Corredor Escandinavia–Mediterráneo
  6. Corredor Rin–Alpes
  7. Corredor Atlántico
  8. Corredor Mar del Norte–Mediterráneo
  9. Corredor Rin–Danubio
  10. Corredor Alpes–Balcanes occidentales

Metas políticas y estratégicas de los planes TEN-T

  • Implementar y desarrollar el mercado interior y mejorar la cohesión económica y social en la Unión Europea
  • Eliminar los cuellos de botella en las redes nacionales y conectar las regiones europeas periféricas
  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte en al menos un 60 %, según el Pacto Verde Europeo, incluso en un 90 % para 2050 (en comparación con 1990)
  • Trasladar el 30% de las mercancías transportadas por carretera a distancias superiores a 300 km a otros modos de transporte hasta 2030 y el 50% hasta 2050, en particular las mercancías a granel a larga distancia
  • Triplicar la longitud de la red ferroviaria de alta velocidad existente hasta 2030
  • Trasladar la mayor parte del transporte de pasajeros de media distancia al ferrocarril hasta 2050
  • Conectar todos los aeropuertos y puertos marítimos de la red básica a la red ferroviaria hasta 2050
  • Será necesario adoptar medidas para hacer frente a las diferentes condiciones marco técnicas y operativas de los Estados miembros.
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